La asociación de madres y padres del C.E.I.P. López Ferreiro de Santiago de Compostela que desarrolla su actividad en la avenida de Xoán XXIII, con más de 40 años de historia, una de las sus labores es la gestión del comedor escolar.
El colegio conserva la cocina desde la época en la que funcionaba como centro de prácticas de la Universidad de Santiago (USC) para la formación de docentes. Se barajó suprimirla y fue cuando la asociación decidió asumir su gestión. Cada nueva directiva de la Anpa, intenta mejorar lo heredado dejando huella para la continuación del servicio. Ya hay usuarios que traen a sus hijos y no muy tarde traerán a los netos.
El comedor necesitaba una modernización de las instalaciones que ya tenían muchos años, pero junto con ella se revisaron también las materias primas, los menús para hacerlos más variados y algo muy importante como es la convivencia, para que el colegio, también a la hora de comer, sea un lugar donde todos los niños son bien acogidos.
Tanto por parte del personal de cocina y comedor, como por parte de la ANPA, se hizo una apuesta por el consumo ecológico y de indicativos de calidad, por un contacto directo con los abastecedores locales sin intermediarios y por los menús con una elevada calidad gastronómica. El consumo de ingredientes o platos menos habituales en los menús de las familias es un factor de inclusividad porque permite a todos los niños disfrutar de nuevos sabores y productos, y que también en ese campo se consiga una igualdad de oportunidades.
En la actualidad, el comedor del López Ferreiro es una referencia entre los colegios compostelanos por la calidad de los menús y del servicio, donde muchas veces la comida dista mucho de ser lo que se espera de un menú escolar con platos dignos del mejor restaurante.
La adhesión a la marca Km 0 de Slow Food Compostela, pretende darle visibilidad a estas buenas prácticas de consumo de cercanía que benefician tanto a los usuarios como a los productores.
Su cocinero, José Castro Facal, nació en Aarberg (Berna, Suiza) en 1973 y se formó en la escuela de hostelería de Lamas de Abade en Compostela. En el campo laboral compaginaba el trabajo de un negocio familiar, la sidrería Abril Ares, con trabajo para la administración dejando su huella en la guardería de Vite, en la residencia de mayores Porta do Camiño y en la residencia de mayores Volta do Castro en Santiago y también en el colegio CPI Xanceda en Mesía, donde después de 4 años y con muy buenos recuerdos, renunció a su puesto de trabajo ya que en el comedor del López Ferreiro en Santiago, había quedado libre por jubilación la plaza de cocinero.
Por estar cerca de la familia y de la ubicación de sus proyectos personales, dejó el trabajo en la administración por el trabajo en la cocina del López Ferreiro que, aún siendo un colegio público, su gestión está hecha por la asociación de madres y padres con las que comparte la lucha por la excelencia y la calidad de los menús y servicios.
A día de hoy también compagina el trabajo en el colegio con un negocio familiar, el centro sociocultural privado “A Casa do Taberneiro”.
Por estar cerca de la familia y de la ubicación de sus proyectos personales, dejó el trabajo en la administración por el trabajo en la cocina del López Ferreiro que, aún siendo un colegio público, su gestión está hecha por la asociación de madres y padres con las que comparte la lucha por la excelencia y la calidad de los menús y servicios.
A día de hoy también compagina el trabajo en el colegio con un negocio familiar, el centro sociocultural privado “A Casa do Taberneiro”.
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